Os deseamos Feliz Navidad
Nos encontramos a las puertas de la Navidad un año más, una de las festividades del calendario cristiano más importantes, que se celebra coincidiendo con el solsticio de verano o invierno según el hemisferio terrestre en donde nos encontremos.
De hecho, es una de las cuatro grandes “fiestas solares”: los dos solsticios (22 de diciembre y 21 de junio), y los dos equinoccios (21 de marzo y 22 de Septiembre). En este sentido, tampoco es casual que la Pascua se celebre durante el período equinoccial.
El conocimiento astrológico genuino está velado para la mayoría de los seres humanos, que están atrapados en un calendario absurdo que les impide la gestión adecuada del tiempo.
Mientras sigamos celebrando el año nuevo el 1 de enero, el principio de la semana el lunes y el inicio del día a las 12 de la noche, seguiremos en la “rueda del hámster”, es decir, impulsando la rueda sin movernos un milímetro en nuestra evolución.
Al signo de Capricornio se le conoce como ”el amanecer de los dioses”. Nosotros lo percibimos como el momento a partir del cual los días se alargan y las noches se van acortando. Todo ello ocurre lenta, pero consistentemente, hasta el solsticio de Junio (signo solar de Cáncer), a partir del cual se inicia el sendero inverso, es decir, los días se acortan y las noches se alargan. Este ritual solar tiene lugar cada año.
Ello significa que cada año tenemos la oportunidad de sintonizarnos, conscientemente, con estos eventos solares. Además de los cuatro grandes “festivales solares” mencionados, también hay 24 eventos lunares significativos a lo largo del año: 12 lunas llenas y 12 lunas nuevas.
La decisión de tener en cuenta, conscientemente, este calendario solar (trimestral) y lunar (quincenal) en nuestra vida, nos amplia enormemente la visión y percepción de nuestro “tiempo terrenal”. Vivimos en un planeta del sistema solar, por lo que no es aventurado pensar que el Sol, el resto de planetas y la Luna, van a tener una influencia en la Tierra y los seres que la habitan.
Este conocimiento ancestral se puede recuperar si nos orientamos, conscientemente, hacia él. Es mucho más antiguo que cualquier festividad religiosa, de cualquier tradición. El sistema solar estaba mucho antes del advenimiento de las religiones, que apenas tienen unos pocos miles de años de existencia.
Que las energías sanadoras del sol naciente de Capricornio, representado en el nacimiento del niño Jesús, nos inspire y guíe en el sendero de nuestra evolución como seres humanos.
Texto desarrollado por el Dr. Miquel Samarra.
M. Carmen Gutiérrez Moreno
Gracias Miquel, por acompañarnos siempre con tus conocimientos, tu sabiduría y tu corazón acogedor.
Martha Lucia Hurtado
Me encantaría que realizarán un envío para conocer más a fondo a fondo el tema y tener claridad, me ha encantado.
Bibliografía por favor
Octavio Henao Trujillo
Muchas gracias a ustedes por el mensaje y por él.comentario realizado, corto y sustancioso.
Patricia Ester
Buenos días, interesante información. Hoy un nuevo aprendizaje, gracias gracias gracias
Lina Gómez
En el trópico es diferente, el día dura lo mismo, es decir, el tiempo de luz solar, donde estoy un poco mas arriba del Ecuador, se mueve alrededor de una hora, sale mas temprano y se oculta mas temprano. También no tó, como se va moviendo el sol, llegando a ciertos lugares de la casa y después se va… Nosotres nos guiamos mas por las flores y las cosechas (donde no se usan agroquimicos), si bien, hay flores todo el año, vivo en la montaña a 2200 m.s.n.m en los solsticio las flores se multiplican por cantidades alarmantes, todo florece, todo renace. Igual mis árboles frutales están a reventar. Así que el planetrario de Medellín (la ciudad mas grande cercana que tengo), habla del solsticio de diciembre y de junio, pues el verano y el invierno no tienen sentido como estaciones, tienen otro significado. Considero importante, ampliar las narrativas, es como si todavía estuvieramos bajo el yugo de la invasión
ricardo sanchez gracia
Hace mucho que presiento que giramos en círculos, en una especie de trance del que no sabemos escapar… si sumamos conciencias que se alejen de las apariencias y miren los signos y señales del universo del que somos parte… tal vez logremos alzar la cabeza y pasar el obstáculo tras el que estamos presos. Una vez instalados en ese nuevo escenario mas allá del pensamiento obsesivo por ganar y ganar, tal vez pasemos de curso y evitemos la extinción. Hasta aquí no hemos superado a los dinosaurios. Y el meteorito somos nosotros
Gloria Rubio
Gracias por compartir todo este conocimiento.
Bendiciones Infinitas
Vivamoos con armonia en nuestra casa “Madre Tierra “.
Gracias gracias gracias.
Lucia gutierrez
Gracias por presentarnos esta informacion de tan ilustrada manera.
Gracias, gracias.